El nivel de Bachillerato es voluntario, pero es el nivel de secundaria más complicado y no está exento de dificultades para los alumnos. Las clases particulares de bachillerato pueden marcar una gran diferencia en sus resultados.
El Bachillerato constituye la Educación Secundaria opcional. Comprende la formación que los centros españoles imparten desde los dieciséis hasta los dieciocho años de edad del alumnado, en general.
El Bachillerato es un puente a la educación universitaria y otras formaciones superiores, por lo que es un nivel exigente. En Bachillerato se adquieren conocimientos más profundos sobre las materias de la rama elegida y se preparan las pruebas de acceso a la universidad.
Precisamente este hecho concentra casi todo el interés de los alumnos de bachillerato, para los que el expediente tiene una comprensible relevancia. Sin embargo, las bajas calificaciones no son solo cuestión de expediente: lo realmente importante es que reflejan un aprendizaje incompleto de la/s materia/s que puede influir negativamente en el futuro académico.
Las carencias arrastradas de cursos anteriores se hacen aquí mucho más patentes, ya que el salto desde la ESO es un cambio importante. El Bachillerato pone a prueba la capacidad de aprendizaje de los alumnos y superar las asignaturas les exige un esfuerzo mayor, planificación, mucho trabajo extra fuera del aula y disciplina.
En ocasiones, que nuestros hijos puedan dedicarse a lo que les gusta o interesa pasa por que incluso superar las asignaturas no sea suficiente. En cualquier caso, las clases particulares de bachillerato con clasesAVANZA suponen el apoyo más eficaz para conseguir el máximo rendimiento en esta etapa final.
¿Qué ventajas tienen nuestros profesores particulares de bachillerato?
- Dominan los conocimientos especializados y saben transmitirlos al nivel de Bachillerato.
- Identifican las carencias concretas del alumno y trabajan dirigidos a solventarlas.
- Proporcionan herramientas, recursos y estrategias de estudio adecuadas para lograr la plena autonomía del alumno, reforzando los buenos hábitos de trabajo.
- Enfocan la preparación de los exámenes.
- Generan un ambiente adecuado de estudio que favorece la concentración, la motivación y la autoconfianza del alumno.